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Parroquia de San Julián de los Prados

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Actualidad

Domingo de Pascua


"Mira, hago nuevas todas las cosas" (Ap. 21-5)
Como comenzar una nueva creación, una nueva andadura, partir de cero.
¿Hemos entendido bien? Aunque la piedra estaba corrida los testigos de primera hora no estaban esperando. 
Pero sí: ¡Cristo ha resucitado!

Es estreno, recomienzo, reinicio, cada uno, todos, con profunda alegría y confiando, porque otro mundo ¡es posible!

¡Feliz Pascua!








Vigilia Pascual

¡Jesús vive! Su resurrección es el estallido de algo nuevo, es la gran respuesta De Dios. 

Ahora es nuestro momento: contribuir a que esta novedad llegue a cada uno y a todos, porque otro mundo es posible. 


¡Feliz Pascua!











Viernes Santo

Daniel Capó
Artículo original aquí 
   El cristianismo es una religión llena de paradojas. Un ejemplo lo encontramos en la conciencia de fracaso que la acompaña desde sus inicios. Para los judíos, Jesús fue un mesías fallido, vilmente asesinado, que situó su Reino fuera de la historia. Según los cristianos, el Apocalipsis constituye el extraño pronóstico que hace la Iglesia sobre su propio final. “Pero, cuando regrese el Hijo del Hombre, ¿encontrará fe en la tierra?”, se pregunta Jesús en el Evangelio de San Lucas. De este modo, los últimos días no se presentan como una parábola lineal que refleje el progreso de la humanidad, sino como la constatación de una derrota. A Jesús, sus discípulos más cercanos –los apóstoles– lo abandonaron en la cruz. Ni siquiera ellos estaban seguros del poder de un mesías, aparentemente débil y despreciado, que se había dejado maltratar por el poder de los hombres. La humillación definió el rostro del cristianismo. La nueva fe se extendió por todo el mundo romano gracias a la sangre de los mártires: miles y miles de vencidos a lo largo de toda la ribera del Mediterráneo. En su reciente carta sobre la crisis de los abusos sexuales, el papa emérito Benedicto XVI ha vuelto a apelar a esa Iglesia de los mártires frente a cualquier otra. Esa Iglesia, dice Joseph Ratzinger, “es indestructible”

   En el Viernes Santo que hoy celebramos, se sustancia el escándalo de la religión cristiana; otra de sus paradojas. Un hombre, que el creyente sabe que es Dios, muere en la cruz. La teología utilizará la imagen de la luz kenótica para intentar explicar ese misterio que, en el fondo, es el mismo que el de Belén: un Dios se empequeñece y vacía hasta hacerse niño, nacer en un establo, sufrir los latigazos de la justicia romana y ser ejecutado en la cruz (su juicio además fue un falso juicio, como nos recuerda el filósofo Giorgio Agamben). Ratzinger, en uno de sus documentos papales, se preguntaba cuántas veces el cristiano ha clamado por el poder de Dios, lo ha exigido y, sin embargo –en ese misterio de la Cruz–, es la paciente impotencia del crucificado la que redime con el amor y no los impetuosos martillazos de los verdugos.
   La muerte de Dios ha sido el gran tema del siglo XX desde que Nietzsche lo profetizara en uno de sus ensayos más célebres: Así habló Zaratustra. Para hablar en puridad, el filósofo alemán se refería más bien a un asesinato –“Y nosotros lo hemos matado”, subrayó–, que deja tras de sí un reguero de inquietud. Y un extraño silencio que late a pesar de la algarabía de las calles. El poeta inglés Philip Larkin ha escrito uno de los poemas más hermosos que conozco sobre la muerte de Dios, titulado ‘En la iglesia’. El poeta se detiene en un oratorio vacío de la campiña inglesa y se pregunta qué futuro le espera cuando ya el último de los creyentes haya desaparecido. ¿Se convertirá en un museo, una sala para teatro, una librería, una discoteca o un casino? ¿Qué será de los muertos allí enterrados siglo tras siglo? ¿Quién los recordará? ¿Y qué significado tendrán todos esos símbolos –la luz de las candelas, los crucifijos, el altar, los vitrales, lasimágenes de los santos y los cantos del coro– que hacen de él un edificio ligado al sentido de la belleza y de la verdad? Larkin, que era ateo, sabía que aquella religión de la intimidad no representaba un lugar extraño para un poeta; más bien al contrario.
   La muerte de Dios fue profetizada por Nietzsche, aunque mucho antes un poeta romántico alemán, Jean Paul, tuvo esa misma premonición en un sueño que vivió como una pesadilla. La muerte de Dios, sin embargo, tuvo lugar por primera vez un Viernes Santo de hace dos mil años en un pequeña colina calva y estéril llamada Calvario, es decir, la Calavera. Y de esa muerte surgió una luz peculiar que iluminó con su esperanza el futuro de la humanidad.

Jueves Santo

Esta noche, en que los gestos son tan elocuentes, hemos preparado y gustado un cenáculo en nuestra parroquia  en torno a Jesús, en intimidad. Y Él se entregó: ya no es pan y vino, es cuerpo y sangre para nuestra vida





La Pasión en el arte y la Palabra

Ayer arrancamos nuestro calendario de Cuaresma con una celebración llena de sentimiento. A través de la lectura de textos bíblicos, combinados con poemas y música, recorrimos diversos pasajes de la Pasión y Muerte de Cristo. Os dejamos aquí una pequeña muestra.
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Amor es amar desde la raíz negra,
Amor es perdonar.
Y lo que es más que perdonar, 
es comprender...
Amor es apretarse a la cruz,
Y clavarse en la cruz, 
Y morir y resucitar...

¡Amor es resucitar!

(Dulce María Loynaz)





Calendario de Cuaresma


Celebración del Perdón

Preparándonos para la Pascua, ayer llevamos hasta los ángulos del altar nuestros fracasos, nuestros miedos, nuestras pesadumbres, nuestra esterilidad, hasta formar una cruz luminosa, llameante, tomada del cirio, en la confianza de que Jesús libera y salva.







horarios e información

Misas

Laborales, sábados y visperas de festivo:

19:30h

Domingos y festivos

11:00h, 12:00h y 13:00h.

Horarios especiales de Navidad aquí

Julio, agosto y septiembre:

Se anula la misa de 12:00h del domingo.

Bautizos:

Segundo y cuarto domingo de cada mes tras la misa de las 13:00

Celebración de Sacramentos

Consulta aquí los criterios para celebrar sacramentos en nuestra parroquia.

Solicitud Certificados

Descarga aquí la solicitud y preséntala en el despacho parroquial con una copia del DNI del solicitante (el trámite puede hacerlo una persona autorizada por el mismo)

Consulta aquí el coste de misas, ofrendas de sacramentos y aranceles

Despacho parroquial

Jueves y viernes

Septiembre a julio: de 18:00 a 19:00h

Julio a agosto: sólo viernes de 20:00 a 21:00h.

Teléfonos: 600 407 333 / 985 28 55 820

Confesión

Todos los días antes de misa, cuando se solicite.

Visitas

Consulta aquí los horarios de visita.

Donativos

Consulta aquí cómo donar a la parroquia

EVANGELIO

Al día siguiente vió venir a Jesus y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: En pos de mí viene un varón que ha pasado delante de mí, porque era primero que yo. Yo no le conocía; mas para que El fuese manifestado a Israel he venido yo, y bautizo en agua.

Evangelio de San Juan

Capítulo 1:29-31

No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque el juicio que vosotros hacéis, se aplicará a vosotros, y la medida que usáis, se usará para vosotros. ¿Por qué ves la pajuela que esta en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que está en tu ojo?

Evangelio de San Mateo

Capítulo 7:1-3

Si, pues, vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, vuestro Padre celestial os perdonará también; pero si vosotros no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestros pecados”.

Evangelio de San Mateo

Capítulo 6:14-15

Y cuando os ponéis de pie para orar, perdonad lo que podáis tener contra alguien, a fin de que también vuestro Padre celestial os perdone vuestros pecados. Si no perdonáis, vuestro Padre que está en los cielos no os perdonará tampoco vuestros pecados.

Evangelio de San Marcos

Capítulo 11:25-26

"Ahora bien, en la Ley, Moisés nos ordenó apedrear a tales mujeres. ¿Y Tú, qué dices?". Esto decían para ponerlo en apuros, para tener de qué acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, se puso a escribir en el suelo, con el dedo. Como ellos persistían en su pregunta, se enderezó y les dijo: “Aquel de vosotros que esté sin pecado, tire el primero la piedra contra ella”.

Evangelio de San Juan

Capítulo 8:5-7