Obras en nuestro templo
Durante los últimos dos meses nuestra iglesia ha lucido un traje muy especial en forma de andamios, con el objeto de aplicar una carga de mortero de cal en algunos de sus muros. La idea parte del Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE), que encabeza un proyecto en el que la Consejería de Cultura ha invertido algo más de 43.000€.
En esta primera fase se ha revocado parte de la fachada y en los próximos meses -mediante unos sensores instalados al efecto- se hará un seguimiento de la humedad y temperatura en esas zonas, a la vez que se miden las condiciones de las pinturas. En los próximos meses, en función de los resultados de esas mediciones, se tomará la determinación adecuada.
La idea que barajan los expertos es que lo que afecta a las pinturas prerrománicas del interior es la humedad que se filtra a través de los muros, así que antes de proceder a la restauración de las mismas hay que intentar poner freno a dicha humedad. Y eso es lo que se va a intentar mediante el empleo de mortero aplicado en las paredes exteriores, intentando recuperar el formato original que tenía la iglesia y que fue eliminado en la restauración de 1912.