Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Colosenses
Col 3, 1-5. 9-11
    Si habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra.Porque habéis muerto; y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida vuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos, juntamente con él.
    En consecuencia, dad muerte a todo lo terreno que hay en vosotros: la fornicación, la impureza, la pasión, la codicia y la avaricia, que es una idolatría.
    ¡No os mintáis unos a otros! Os habéis despojado del hombre viejo, con sus obras, y os habéis revestido de la nueva condición que, mediante el conocimiento, se va renovando a imagen de su Creador, donde no hay griego y judío, circunciso e incircunciso, bárbaro, escita, esclavo y libre, sino Cristo, que lo es todo, y en todos.
Evangelio del día 
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 
Lc 12, 13-21
    “Lo que has acumulado, ¿de quién será?
    En aquel tiempo, dijo uno de entre la gente a Jesús:
    «Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia».
    Él le dijo:
     «Hombre, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre vosotros?».
    Y les dijo:
    
    «Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes».
    Y les propuso una parábola:
    «Las tierras de un hombre rico produjeron una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos, diciéndose:
    “¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha”. 
    Y se dijo:
    “Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el trigo y mis bienes. Y entonces me diré a mí mismo: alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe, banquetea alegremente”.
    Pero Dios le dijo:
    “Necio, esta noche te van a reclamar el alma, y ¿de quién será lo que has preparado?”.
    Así es el que atesora para SÍ y no es rico ante Dios».